Alrededor del 30% de los recién nacidos en el mundo son alimentados con leche materna. A pesar de los excelentes beneficios de dar el pecho al bebé, tarde o temprano y por diversos motivos, como la incorporación de la madre al trabajo, el paso de la lactancia materna al biberón debe llevarse a cabo.
¿Cómo y cuándo dejar de dar el pecho?
La transición al biberón coincide con uno de los momentos más cruciales tanto para el bebé como para la madre. Se trata de un momento que a muchos bebés les cuesta asimilar y debe de llevarse a cabo de la mejor forma posible. En ocasiones resulta difícil, pero termina siendo solo cuestión de paciencia y dedicación. Una de las mejores recomendaciones es que la transición de dar el pecho a dar el biberón se haga de una manera progresiva. Se aconseja realizar el proceso durante unos 15 días para que bebé y madre se acostumbren juntos a la nueva situación. Durante este periodo ya veras como poco a poco tu bebé empieza a no depender tanto del pecho de su madre, llegando incluso a querer más el biberón en algunos casos. La decisión de cuándo dejar de dar el pecho al pequeño debe tomarse en pareja: elegir el mejor momento es cosa de los dos.
Los primeros días
Los primeros cuatro días puedes comenzar eliminando una de las tomas, la que implique menor cantidad, y sustituirla por una pequeña dosis de leche artificial en biberón. Es la mejor manera de empezar y a la que seguramente mejor reaccionará tu pequeño. De todos modos, con esto conseguirás ver de manera exacta cómo reacciona tu hijo ante la nueva textura, aroma y sabor.
Durante los siguientes días aumenta progresivamente las tomas con biberón, excepto la de la noche: dar el pecho al final del día le resultará relajante antes de ir a dormir. Asegúrate de que la tetina es adecuada a la edad de tu bebé. Ten presente que, acostumbrados después de unos meses a la suave textura del pezón de la madre, una tetina puede resultar algo desagradable para ellos. Aún así, en el mercado puedes adquirir tetinas de diferentes formas y tamaños.
El destete progresivo implica la independencia y la posibilidad de añadir una figura más en la vida del bebé: su padre. El bebé ya no depende rotundamente de su madre para poder alimentarse. Por lo tanto, la ruptura simbólica del lazo materno ya ha comenzado y es, en este momento, cuando el padre experimenta una mayor conexión con su hijo: puede alimentarle y sentir gran parte de las emociones que no había podido sentir hasta ahora. ¡Es un momento precioso para el padre!
Si quieres conocer más sobre dar el pecho, te recomiendo este artículo «hasta cuando dar el pecho a tu bebe»