¿Eres una mujer? ¿Estás en edad fértil? ¿Te gustan los niños? ¿Estás pensando en quedarte embarazada? Si tu respuesta a estas preguntas ha sido que sí, estás en el lugar adecuado. No sé si sabías que la salud de nuestro futuro bebé no va a depender únicamente de cómo nos comportemos en el embarazo y de los hábitos que llevemos durante el mismo, sino que en gran medida también va a influir mucho nuestro estado de salud justo antes de quedarnos embarazadas.
LA IMPORTANCIA DE UNOS BUENOS HÁBITOS
Como todos ya sabemos, el hecho practicar una alimentación saludable, así como el tener unos buenos hábitos de vida, nos va a predisponer a tener un estado de salud óptimo, y esto se vuelve de vital importancia en los meses previos a quedarnos embarazadas.
Nuestro cuerpo tiene que prepararse para los nuevos cambios que le van a suceder, no estamos hablando de cualquier cosa, ¡va a albergar una nueva vida!; tiene que ser capaz de mantener durante 9 meses a la que se va a convertir en la personita más importante de nuestra vida, tiene que nutrirla, protegerla y arroparla. Nuestro cuerpo tiene que estar preparado, igual que cuando entrenamos para correr una maratón o hacemos despedidas y fiestas como aquí para poder estar en plena forma.
Por todo esto y por el papel tan grande que va a tener nuestro organismo durante el embarazo, podemos afirmar con total certeza que nuestra salud durante los meses previos al embarazo también va a ser determinante para la salud de nuestro futuro bebé. El problema está en que muchas mujeres no son conscientes de este hecho y en la gran mayoría de los casos, inician el control médico una vez ya se han quedado embarazadas (muchas veces una vez ya ha pasado el primer trimestre).
TENEMOS QUE CUIDARNOS, NUESTRO BEBÉ ES FRÁGIL
Si tus hábitos de vida y alimentación no son los adecuados, ahora es el mejor momento para emprender un cambio. Es muy importante que nuestra salud y nuestros hábitos sean óptimos en el momento en el que nos quedamos embarazadas, ya que muchas de vosotras desconocéis que el periodo de mayor susceptibilidad fetal (es decir, cuando el bebé es más frágil) coincide con las primeras semanas de gestación. Esto no sería un problema si no fuese porque en muchos casos, la mujer aún no sabe que se ha quedado embarazada, y esto podría perjudicar en gran medida la salud y la seguridad de nuestro bebé.
TENER UN PESO SALUDABLE ES MUY IMPORTANTE
Es importante que la futura mamá tenga un peso saludable, ya que tanto tener un bajo peso como tener s
obrepeso u obesidad durante el embarazo, puede acarrear consecuencias, entre las que encontramos la aparición de diabetes gestacional y preeclampsia durante el embarazo, un bebé mas grande, y por tanto mayor probabilidad de tener un parto más prolongado o incluso un por cesárea, e hipertensión arterial durante el embarazo.
Y tenemos que llegar a ese peso saludable antes de quedarnos embarazada, ya que durante el embarazo no es
momento para hacer dietas debido al aumento de las necesidades de nuestro organismo durante el periodo de gestació
n para nutrir y desarrollar al feto.
EL ÁCIDO FÓLICO, TAMBIÉN ANTES DEL EMBARAZO
Una vez nos estemos acercando a nuestro peso saludable, o si ya estamos en él, sería ideal consultar con nuestro médico nuestro deseo de quedarnos embarazadas, para que así nos pueda hacer una analítica de sangre y aconsejarnos lo mejor posible acerca de la suplementación que tenemos que tomar.
Lo recomendado sería empezar suplementándonos, al menos un mes antes de quedarnos embarazadas y durante los primeros 3 meses de gestación, con 400 microgramos de ácido fólico al día, además de llevar una alimentación alta en alimentos ricos en ácido fólico, como:
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- Las verduras de hoja verde como las espinacas, las acelgas, la col kale, las endivias, la escarola o la lechuga.
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- Otras verduras como las coles de Bruselas, el apio, el tomate, las zanahorias, la calabaza, el brócoli o la coliflor.
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- Frutas como la naranja, el plátano, los kiwis, la papaya, las fresas, las frambuesas, el melón, el mango o el aguacate (que también es una fruta).
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- Las legumbres como las alubias, la soja, las lentejas, los guisantes o los garbanzos.
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- Los frutos secos como las nueces, los cacahuetes o las almendras.
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- Las semillas como las semillas de lino, de sésamo o de girasol.
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- Los cereales integrales, como la quinoa, el arroz integral, los copos de avena integrales o el pan integral.
- Los mariscos y pescados, sobre todo el pescado azul.
No se recomienda el uso de multivitamínicos, ya que este tipo de preparados llevan varias vitaminas en su composición, y la proporción de ácido fólico que contienen es insuficiente si la comparamos con las necesidades de una mujer en el estado preconcepcional.
OTROS CONSEJOS A TENER EN CUENTA LOS MESES PREVIOS AL EMBARAZO
- Comunícale a tu médico la idea de quedarte embarazada para que sepa guiarte en el proceso, tengas toda la ayuda posible y pueda llevar un buen seguimiento desde el principio.
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- Es de vital importancia que a las futuras mamás se les den unas buenas recomendaciones alimentarias acerca de lo que puede comer y lo que no, donde juega un papel fundamental el Dietista-Nutricionista. Entre estas recomendaciones están:
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- No tomar leche cruda.
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- Lavar exhaustivamente las frutas y las verduras antes de consumirlas.
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- No tomar alimentos caducados o recalentados.
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- Cocinar adecuadamente los alimentos, sobre todo las carnes y los pescados.
- Tener un consumo adecuado de omega 3 a partir de los frutos secos (sobre todo las nueces) y en el pescado.
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- Es de vital importancia que a las futuras mamás se les den unas buenas recomendaciones alimentarias acerca de lo que puede comer y lo que no, donde juega un papel fundamental el Dietista-Nutricionista. Entre estas recomendaciones están:
- Además, es fundamental la adquisición de unos buenos hábitos de vida, entre los que podemos encontrar:
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- No tomar absolutamente nada de alcohol: está demostrado que hasta la más mínima cantidad puede tener defectos en el desarrollo del feto y provocar el síndrome alcohólico fetal, así como retraso mental y retraso en el crecimiento.
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- No fumar: el hábito tabáquico está relacionado con un bajo peso al nacer, muerte fetal y abortos espontáneos.
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- No consumir ningún tipo de sustancia estupefaciente por los efectos negativos antes y durante el embarazo.
- Hacer ejercicio físico de forma moderada es fundamental para mantener un estado óptimo de salud, incluso cuando estamos embarazadas. Podemos marcarnos una rutina de ejercicio diario suave o moderado, con cuidado y evitando el ejercicio de alta intensidad.
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Por tanto, si tenemos unos buenos cuidados preconcepcionales (es decir, antes de quedarnos embarazadas), la gestación, el parto y la recuperación postparto serán muchísimo más llevaderas, tendremos un embarazo mucho más exitoso y tanto nuestro hijo como nosotras estaremos mucho más sanos.