Las primeras vacaciones con un bebé y no tenemos ni idea de qué hacer, pues para todo nos parece muy pequeño, pero en verdad, está deseando que te lo lleves de vacaciones.
La edad no debe ser un problema para ir de vacaciones con un bebé, aunque cuanto más pequeño, más cuidados o incomodidades pueden surgir, pero en cuanto a su salud, ni te preocupes, si tu estás cómoda y feliz, adelante.
Luego queda la decisión típica de mar o montaña. Bueno, no pongas de excusa al bebé para tomar la decisión, porque ambos destino tienen cosas beneficiosas para la salud y desarrollo del pequeño.
De vacaciones con un bebé en la playa o la montaña
A la playa con el bebé
Suena divertido, refrescante y sobre todo saludable, ya que la brisa marina está especialmente indicadas para los niños, y sobre todo para aquellos que tienen algún tipo de alergia, porque el aire del mar es limpio y no transporta polen ni polvo.
El sol es fundamental para el desarrollo de las personas, y no digamos de los bebés, pero debemos tomar precauciones y no exponerse de forma directa a determinadas horas o sin protección. Puedes saber más aquí.
El sol ayuda a los bebés a crecer y ayuda a generan vitamina D y por tanto el necesario calcio para los huesos.
Aunque el bebé sea muy pequeño y no pueda exponerse al sol directamente, ni te imaginas el bien que le hace estar en la playa, fresquito, bajo una gran sombrilla o debajo de un pino junto a la brisa del mar.
Ya sabes que debes evitar las horas de sol más potentes del día (de las 12 a las 17 horas al menos en el mediterráneo) y proteger al bebé con ropa ligera, una gorrita, crema especial para bebés y mucha agua para evitar la deshidratación.
A la montaña con el bebé
Un niño puede exponerse a cambios de altitud sin problemas, siempre que sean cotas normales para un adulto no profesional. La montaña es sumamente beneficiosa para los bebés. El aire oxigenado, la vegetación, la temperatura moderada, el agua de los lagos y ríos, crean un micro clima especialmente indicado para bebés y sus vías respiratorias.
En el campo, aunque la temperatura es menor y los espacios abiertos, también debemos protegernos de los rayos directos del sol y sobre todo en los horarios más centrales del día.
Lo único que debemos añadir en el caso de pasar unos días en el campo o la montaña con nuestro bebé es un bálsamo repelente de insectos, y proteger la minicuna por la noche con una regilla que evite el acceso a mosquitos y otros insectos mientras duerme el bebé.
Bueno, espero haberte ayudado a tomar la decisión que más te guste para dsfrutar de las vacaciones con un bebé. Feliz verano